domingo, 22 de marzo de 2009

El Papa Benedicto XVI en Africa

El Papa llega a Angola



"Provengo de un país que ha conocido la guerra y la división a causa de ideologías inhumanas y soy sensible al diálogo como medio para superar los conflictos".

Benedicto XVI se presentó en Angola afirmando que es necesario hacer de cada nación una casa de paz y fraternidad. Un mensaje actual para Angola que sale de la guerra civil y que debe reconstruir todas sus estructuras sociales. No os rindáis a la ley del más fuerte, pidió Benedicto XVI, porque para dar vida a una sociedad justa son necesarios los valores compartidos y no se deben desilusionar las expectativas de los pobres que miran a una vida mejor.

Encuentro del Papa con los jóvenes en el estadio de Luanda



"Queridos jóvenes, vosotros sois la semilla del futuro, no temáis seguir a Dios, Él marca la diferencia".

En el encuentro con los jóvenes africanos, en el estadio de Luanda, Benedicto XVI llevó el entusiasmo de la Palabra del Señor, reconfortando a quienes temen el futuro. Todavía hoy demasiados portan los signos de un pasado impregnado de odio, un pasado de violencia. El Papa ha dirigido un pensamiento especial para los miles de angoleños mutilados a consecuencia de la guerra y las minas, a cuantos han versado innumerables lágrimas por la pérdida de familiares, a las nubes grises que oscurecen todavía el cielo de los sueños de los jóvenes.

Unidos en la fe, unidos en la sociedad



El Bautismo logra que todos los creyentes sean uno en Cristo. Lo ha subrayado Benedicto XVI en la homilía de la misa, en Luanda, partiendo de acontecimientos históricos, ocurridos hace 500 años, en los que tribus muy diferentes se unieron, por el cristianismo, en un mismo reino. Y hoy la evangelización debe afrontar y vencer el miedo a los espíritus, esos poderes nefastos que desorientan y amenazan a tantas personas, hasta el extremo de no intervenir para frenar dramáticas desviaciones sociales. Si tenemos la experiencia de que sin Cristo la vida está incompleta, le falta la realidad fundamental, debemos estar convencidos de que no hay ninguna injusticia anunciando a Cristo. Anunciar a Cristo es una obligación para ofrecer a todos la posibilidad de alcanzar la vida eterna.

El aborto no es una cuestión de salud reproductiva.



Cualquier comportamiento humano recto es una esperanza de acción. La labor de cada individuo no es indiferente para Dios, ni para la historia. Acogido por el presidente de la República de Angola, José Eduardo Dos Santos, Benedicto XVI ha dirigido un concreto y denso discurso a las autoridades políticas y civiles del país, protagonista de un proceso de renacimiento tras 27 años de sangrienta guerra civil. Enumerando alguno de los males que atormentan a África, el Papa ha indicado el camino de la esperanza. Armados con un corazón íntegro, magnánimo y compasivo ha dicho- vosotros podéis transformar este continente, liberando a vuestro pueblo del flagelo de la avidez, la violencia y el desorden, guiando por el sendero marcado por los principios indispensables de cualquier democracia civil moderna.

Benedicto XVI exhorta a África a alcanzar la paz



Mirad al futuro con esperanza; confiad en Dios; la reconciliación es el fruto de un cambio interior. Lo ha subrayado Benedicto XVI en la homilía de la Misa, recorriendo la historia de guerra y violencia que ha caracterizado a Angola hasta hace poco tiempo. He venido a África precisamente para predicar este mensaje de perdón, de esperanza y de una nueva vida en Cristo. La Iglesia, en Angola y en toda África, tiene la labor de ser signo de esa unidad a la que está llamada toda la familia humana mediante la fe en Cristo Redentor. El Papa ha enumerado los problemas pasados y presentes; guerra, luchas tribales, rivalidades étnicas, avidez, disolución de la familia y del matrimonio, explotación laboral y sexual, droga, pero la palabra de Dios continúa indicando el camino de la verdad sobre la realidad humana.

No hay comentarios: